¿Alguna vez te has parado a pensar cuánto gasta tu familia al mes en el consumo eléctrico y de qué modo puedes reducir el consumo para ahorrar algo de dinero?
Muchas personas están concienciadas con la sostenibilidad del planeta y estudian con detenimiento cómo reducir el consumo eléctrico en casa. El compromiso con el medio ambiente es importante, como también lo es contribuir al presupuesto mensual ahorrando gastos que luego podremos invertir en otras necesidades. A continuación, vamos a enumerar una serie de consejos para reducir el consumo eléctrico en casa; así que saca la libreta y anota estas recomendaciones que agradecerás a final de mes cuando te llegue la factura de la electricidad.
¿Cómo reducir el consumo eléctrico?
Cambia las bombillas de casa
La opción más simple y lógica; reemplaza todas las bombillas halógenas, incandescentes o tradicionales que tengas en casa por unas modernas bombillas LED (diodo emisor de luz) que consumen mucho menos, son más eficientes y ecológicas.
El ahorro de unas con respecto a otras puede ser del 70% cada mes. No es un mito, es una realidad que vas a notar en tu factura. Por eso muchos Ayuntamientos y espacios comunes han apostado por un cambio de bombillas en sus edificios institucionales, por el enorme ahorro que produce a las arcas públicas.
Elige bien las horas de consumo
No todo el mundo es consciente de que existe la tarifa de discriminación horaria por la cual el consumo eléctrico por la mañana, por la tarde o por la noche tienen diferentes criterios económicos: se divide en horas punta (más caras) y horas valle (más baratas). En estas últimas podemos ahorrar hasta un 60% del precio original. Solo hay que prestar atención a las horas en las que utilizamos la mayoría de los dispositivos electrónicos y electrodomésticos (sobre todo lavadora, horno, aire acondicionado, etc, que son los que más consumen) y calcular si nos renta este tipo de contrato eléctrico. Muchos usuarios, sobre todo los que trabajan fuera de casa, están ahorrando una cantidad interesante de euros al mes.
Acondiciona tu casa para el ahorro eléctrico
No todo el mundo cae en la cuenta de utilizar colores claros y brillantes en las paredes que aporten una luminosidad extra a lo largo del día. También es importante situar las zonas de lectura cerca de las ventanas o los puntos de luz. Hay decoradores que utilizan espejos para prolongar la claridad. Otra idea es optar por las cortinas de estilo visillo, que dejan pasar la luz sin perder intimidad. La instalación de dimmers está en auge; pues nos ayuda a regular la intensidad de las luces en nuestros cuartos.
La importancia de los protectores solares durante el verano
Seamos inteligentes en verano. Podemos moderar el uso del aire acondicionado si conseguimos crear un clima habitacional suave y fresco. Los protectores solares son clave: utilizar toldos en los balcones, ventanas o porches evitarán la entrada abrupta del sol y protegerá el interior del calor. A la hora de elegirlos, es recomendable contar con asesoramiento técnico. Hay toldos de muchos tipos: acrílicos, poliéster, microperforada, con cofre, sin cofre, semicofre… etc. También podemos decantarnos por las opciones de persianas o de pérgolas: las hay de PVC, de aluminio, de madera, de acero… todo va a depender del espacio que tengamos disponible y sus características físicas. Por eso es recomendable consultar con un arquitecto o decorador antes de realizar la instalación.
Hay que desenchufar siempre que podamos hacerlo
Puede parecer una obviedad, pero a lo largo del día dejamos muchos aparatos, electrodomésticos y artículos tecnológicos enchufados, consumiendo electricidad. El ordenador en stand by toda la noche, el móvil cargando, el ventilador puesto cuando no hay cerca nadie, la televisión encendida… vas sumando vas sumando y finalmente supone un desembolso importante. Para conseguir un ahorro energético hay que trabajar la pedagogía. Esto requiere incorporar hábitos saludables y sostenibles a nuestra rutina. No cuesta nada revisar cada noche los enchufes y los dispositivos eléctricos y desenchufarlos si vamos a pasar varias horas sin darles uso. Nuestro bolsillo nos lo agradecerá.
Métodos de ahorro energético en la cocina
Abrir la nevera lo menos posible, hornear varios platos a la vez, optimizar al máximo la capacidad de ropa que admite la lavadora, usar lo mínimo la secadora, cocinar con los utensilios que mejor guarden y administren el calor, usar el microondas en lugar del horno cuando sea posible… trucos hay muchos para administrar la energía que consumimos en nuestra cocina. Pero lo importante es, sencillamente, darle el uso indispensable a la misma. No abusar de la cocina ni entrar en ella por aburrimiento.
Intenta llevar una contabilidad doméstica rigurosa
Una de las fórmulas de prestar más atención a nuestro consumo y estimular el ahorro energético es llevar cada mes una contabilidad detallada de nuestros gastos e ingresos familiares. Sabremos en qué parcelas del consumo diario gastamos más, lo que puede motivar un cambio en el modelo de vida. Existen numerosas plantillas en Internet con las que poder registrar nuestros gastos e ingresos mes a mes e ir controlando dónde y cuándo se producen estos. A mayor control, mayor ahorro.
Vivimos tiempos en los que el ser humano al fin se ha percatado de la importancia del respeto y del amor al medio ambiente para garantizarnos un futuro sostenible. El cambio de mentalidad comienza por uno mismo. Granito de arena a granito de arena se genera una montaña de buenos hábitos y de concienciación. El ahorro de energía no solo nos va a generar ahorros económicos, que siempre son bienvenidos, sino que equivale a un buen trato con nuestro entorno, a sostenibilidad, a equilibrio con la naturaleza. Nuestro patrimonio cultural depende de nuestras acciones diarias; nos va la vida en ello.
Te damos unas ideas para reducir el gasto de papel y trucos para reducir el plástico en el baño.
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